Cinco estrategias para convencer a alguien que no cree en el cambio climático

Algunos consejos para una conversación difícil (pero que vale la pena tener)

Cómo convencer a un escéptico del calentamiento global
Cómo convencer a un escéptico del calentamiento global.

Agranda texto:

A estas alturas, después de todo lo que se ha dicho y hecho, de los calores históricos que hemos sufrido y las inundaciones que nos han impactado, del nivel del mar que sube pero las emisiones de CO2 que no bajan, de los megaincendios forestales, la sequía de décadas y la pérdida de biodiversidad —entre otras elocuentes manifestaciones—, parece difícil negar que el cambio climático es un hecho. 

Ya no son solo complejos cálculos científicos ni tampoco proyecciones para las próximas décadas: son datos que todos pudimos sentir durante este invierno, el menos frío de los últimos 70 años en Chile, mientras que julio fue el mes más caluroso en la Tierra desde que hay registros globales. 

A pesar de todo eso, hay quienes se resisten a ver el calentamiento global como una realidad. O que lo reconocen —ya es difícil negar tanta evidencia—, pero no creen que sea un fenómeno provocado por la actividad humana: según la última Encuesta Nacional del Medio Ambiente (2020), una de cada cinco personas en el país piensa que el cambio climático responde a fenómenos naturales del planeta. Y que, por lo tanto, no hay mucho que hacer al respecto.

¿Cómo convencerlos de lo contrario? Hay quienes piensan, como la periodista Naomi Klein, que intentar cambiar la opinión de quienes niegan esta crisis es una pérdida de tiempo y energía. En su libro Esto lo cambia todo: el capitalismo contra el clima, dice que “la oposición conservadora a las medidas climáticas no ha hecho más que radicalizarse”, y que al tratar de persuadirlos, sus posiciones solo se vuelven más extremas.

Pero para otros, como Arnaldo Vilaxa, doctor en biología y director de ese departamento en la Universidad de Tarapacá, sí resulta un esfuerzo necesario. “Entre más transversal sea la aceptación de estos hechos, más opciones hay de enfrentarlos y revertirlos”, dice desde Arica, ciudad en la que estudia principalmente al ecosistema costero del extremo norte.

Sabe que no es una tarea fácil, pero ninguna sobre el cambio climático parece serlo. Por eso, con su ayuda y el aporte que psicólogos y climatólogos han hecho en los últimos años, elaboramos estos consejos para convencer —o al menos argumentar— a quienes aún dudan del calentamiento global.    

1. Hablar con empatía y humildad

Ponerse en el lugar de un indiferente o un escéptico, y más todavía de alguien que cree que esto es una conspiración, es realmente un desafío si estás tan convencido como preocupado por la crisis ambiental que atraviesa el planeta. Pero no se ven otras alternativas.

“Hace falta humildad”, reconoce el profesor Vilaxa, quien está convencido de que esto debe conversarse “no desde los papers o los datos duros y complejos, que son insumo de profesionales de las ciencias, sino que con un lenguaje que puedan entenderlo todos. Eso es lo que hoy necesitamos”.

Andreu Escrivà, ambientólogo y autor del libro Todavía no es tarde: claves para entender y detener el cambio climático, está convencido de que la culpa del gran número de negacionistas “es nuestra, de los concienciados por el medio ambiente”. 

¿Por qué piensa eso? “Porque no hemos contado el cambio climático de una forma que enganche”, dice en su libro. “¿Hemos pensado qué les conmueve a otras personas? No. Es mucho más sencillo pensar que nosotros somos los buenos y que a ellos les importa un rábano el planeta”.

Inundaciones en Chile, cambio climático, calentamiento global.
Las catástrofes naturales no siempre son suficientes para convencer a un escéptico.
Foto: Alex Beltrán/AGENCIAUNO.

Para evitar eso, resulta esencial ver a estas personas no como villanas o enemigas, sino como gente a la que, por sus valores, entornos o condiciones sociales, simplemente no les conviene aceptar esta realidad. 

Según un estudio publicado en la revista Nature, la postura de una persona sobre el cambio climático “a menudo está relacionada con lo que piensan sus referentes y cercanos, o el grupo social al que pertenecen”. Si lo niegan, probablemente, es “para proteger y mantener su identidad y pertenencia al grupo y evitar así el conflicto”.

Los datos que podamos tener sobre el calentamiento global, o sus terribles consecuencias, no servirán de mucho si primero no identificamos el contexto en el que vive esta persona ni por qué piensa como piensa. 

En cambio, como dijo la psicóloga Jessica Kleczka en una popular charla TED, “comunicar estos datos con empatía y comprensión de las circunstancias de quienes nos escuchan puede aumentar la probabilidad de que los negadores del cambio climático nos pongan atención”.  

2. Enfocarse en los valores más que en los datos

¿Se puede ser una activista contra el cambio climático y al mismo tiempo una cristiana evangélica que vive en el sur de Estados Unidos? Katharine Hayhoe, doctora en climatología e investigadora de la universidad Texas, es una prueba viviente de que sí es posible.

Rodeada de muchas personas que no solo niegan el calentamiento global sino que además lo ven como una conspiración, Hayhoe aprendió a conversar con ellas y también a demostrarles que se trata de una realidad. ¿Cómo lo hizo? Compartiendo valores en común.  

“La mejor manera de neutralizar la ideologización no es apelando a la ciencia, sino enfatizando aquello que compartimos, lo que nos importa en común”, le dijo al New York Times. “Para algunos puede ser el bienestar de la comunidad; para otros, nuestros niños. O para los cristianos, nuestra fe”. 

Lo clave es encontrar puntos de encuentro, algo que también remarca la psicóloga Kleczka. “Hablar con los negacionistas sobre temas y preocupaciones compartidas, como la salud, la economía o el deseo de un futuro mejor. Esta conexión puede facilitar la comunicación y ayudar a que las personas se sientan menos atacadas”.

3. Privilegiar los beneficios de actuar más que la fatalidad de no hacerlo

El mensaje predominante, tanto de autoridades como de activistas o incluso científicos, ha sido el catastrófico: si no hacemos algo, la vida en la Tierra será imposible. Desde Greta Thunberg hasta el secretario general de la ONU, Antonio Guterres —quien hace poco dijo que la humanidad había “abierto las puertas del infierno”—, solo vemos desesperanza y terror.

Ese alarmismo, en vez de llamar a la acción, más bien paraliza: de acuerdo al estudio aparecido en Nature, la idea de que el cambio climático es inevitable y terrible, y que es demasiado complicado hacer algo, “hace que muchas personas tiren la toalla y racionalicen su decisión minimizando o negando los riesgos”.   

En cambio, lo que sugieren varios psicólogos y especialistas es que el tono se enfoque más en los beneficios que tiene actuar y reducir la huella de carbono. Es lo que demuestra un estudio publicado en 2016 y realizado con 6 mil personas de 24 países: que priorizar las “ganancias” conjuntas que se pueden obtener al mitigar el cambio climático, ya sean económicas o sociales, consigue que personas originalmente negadoras tomen acción y que incluso financien campañas u organizaciones.

4. El mensajero importa

Lamentablemente, y aunque apliques todos los puntos anteriores al pie de la letra, si estás muy vinculado a un partido o una tendencia política, por ejemplo, será muy difícil que logres convencer a alguien con visiones opuestas. Es más, probablemente ni siquiera considere válido nada de lo que le digas.

Por eso, el mensajero importa tanto como el mensaje que se da. O incluso más. Así que si el objetivo es generar conciencia en una comunidad, un barrio, un centro de padres u otro grupo de gente, resultará clave escoger bien al interlocutor. Lo mejor es que sea alguien creíble para esas personas, que comparta sus valores y visiones, o que tenga cierto ascendente sobre el grupo.

Playa Arica El Laucho Cambio Climático
El turismo en las playas, como esta de Arica, también es afectado por el cambio climático.

Un caso que lo grafica bien es la economía. Se ha descubierto, como escribe el científico Alexander Maki en el Washington Post, “que cuando los entusiastas del libre mercado, preocupados de las regulaciones y los impuestos, escuchan que expertos en economía hablan de los beneficios de combatir el cambio climático, son más propensos a actuar o aceptar las limitaciones”.  

Siendo así, pocos mejor capacitados para convencer que los niños y niñas, quienes pueden ser muy persuasivos cuando hablan con sus padres, familiares o cuidadores. Dice un estudio, también publicado en Nature, que los niños, al ser menos susceptibles a la influencia de los medios o del contexto político, son más capaces de inspirar en los adultos una mayor conciencia sobre el cambio climático, y por lo tanto fomentar más acciones colectivas en ellos.

5. Como guinda de la torta, algún dato

Ya dijimos que los datos duros, por muy verdaderos y objetivos que sean, no siempre consiguen ser seductores. A mucha gente los marea y no siempre funcionan en una conversación, donde lo emocional casi siempre tiene más peso que lo estadístico.

Pero eso no significa que no haya que usarlos, en especial si se trata de información que nos afecta directamente. Como lo que está sucediendo con la fauna marítima en las costas de Arica y que puede tener consecuencias en la vida de sus habitantes.

“En 2021”, cuenta Arnaldo Vilaxa, “hubo un florecimiento algal muy nocivo en nuestras playas, algo muy semejante a la marea roja pero que en Arica nunca se había visto. Eso trajo una inmensa mortandad de peces, moluscos y pulpos, que aparecían sin vida en las playas. Medimos la temperatura del agua, que lo normal acá era entre 16 y 17 grados, y vimos que se encontraba en 20 y 21 grados”.

El calentamiento del mar causó una proliferación inédita de microalgas, que afectó todo el ecosistema costero. Con eso, cientos de pescadores se quedaron sin sustento y las playas se volvieron turbias y sucias, afectando al turismo.    

“Ese es un efecto muy claro de cómo está cambiando la temperatura a nivel local”, señala el académico, y que funcionaría como un triste pero efectivo dato para demostrarle a alguien, especialmente si es del norte, que el cambio climático es una realidad y debemos actuar ahora.


💌 ¿Te interesa la ecología, la ciencia y la innovación? Suscríbete al newsletter de Desafía para recibir historias con soluciones para este mundo complejo. Una vez al mes, directo en tu correo.